Cuatro claves para crear 'Salud Organizacional'
La mayor ventaja individual que cualquier compañía puede lograr es ser una empresa saludable. Sin embargo, esto es ignorado por la mayoría de los líderes, a pesar de que es: simple, gratis y disponible a cualquiera que lo quiera. La idea se da a partir de crear un equipo de líderes cohesionado, siguiendo 4 reglas básicas.
Este es un artículo que toma ideas del libro “The Advantage” de Patrick Lencioni.
Clave 1: Construir un equipo con liderazgo unido. Una organización simplemente no puede ser saludable si los líderes del equipo no están conductualmente cohesionados en cinco comportamientos fundamentales:
Primer comportamiento: Construcción de confianza. Los miembros de un equipo verdaderamente unido deben confiar unos y otros.
Segundo comportamiento: Un correcto manejo del conflicto. Al contrario de la sabiduría popular, el conflicto no es malo para un equipo De hecho, el miedo al conflicto es casi siempre un signo de problemas.
Tercer comportamiento: Lograr el compromiso. La razón por la que el conflicto es tan importante, es que un equipo no puede lograr el compromiso sin eso. La gente logrará comprometerse activamente a una decisión si no han tenido la oportunidad de aportar, hacer preguntas y entender la razón detrás de esto.
Cuarto comportamiento: Aceptar la responsabilidad. Incluso los miembros del equipo bien intencionados deben tener responsabilidades claras.
Quinto comportamiento: Centrarse en los resultados. El punto final además de construir una mayor confianza, manejar el conflicto, lograr el compromiso y la responsabilidad es: lograr resultados.
Clave 2: Crear claridad. El segundo requisito para construir una organización saludable se trata de lograr alineación. Esta es una palabra que es utilizada incesantemente por líderes, consultores y teóricos de la organización, y sin embargo, por toda la atención que recibe, la alineación real frustrantemente no se da.
Una gran parte de la razón por la falla para ganar alineación tiene que ver con el hecho de que, como tantos otros términos populares, la gente lo usa sin ser específico sobre lo que ellos quieren decir.
Vamos a abordar cada una de las seis preguntas críticas que los líderes deben responder para crear claridad y construir una organización saludable
¿Por qué existimos? Con esta respuesta definimos el Propósito
¿Cómo nos comportamos? Con esta respuesta definimos los Valores
¿Qué hacemos? Con esta respuesta definimos la Misión
¿Cómo vamos a tener éxito? Con esta respuesta definimos la Estrategia
¿Qué es más importante, en este momento? Con esta respuesta definimos las Prioridades
¿Quién debe hacer qué? Con esta respuesta definimos los Planes de Trabajo
Clave 3: Sobre-comunicar con Claridad. Una vez que un equipo de líderes se ha cohesionado y esta trabajado para establecer con claridad y alineación las respuestas a las seis preguntas críticas, entonces, y solo entonces, pueden pasar efectivamente al siguiente paso: comunicarse esas respuestas. O mejor aún, se deben sobre-comunicar esas respuestas.
Clave 4: Reforzar la Claridad. Tan importante como la sobre-comunicación, los líderes de una organización saludable no siempre puede estar cerca para recordar a los empleados sobre la razón de la compañía para existir, sus valores, etc. Para asegurar que las respuestas a las seis preguntas críticas se incrusten en la tela de la organización, los líderes deben hacer todo lo que puedan para reforzarlos estructuralmente. La forma de hacer esto es asegurarse de que cada sistema humano -cada proceso que involucra a personas, desde la contratación y la gente gestión a la formación y la compensación- este diseñado para reforzar las respuestas a esas preguntas.
Conclusiones:
Los líderes de las empresas se están dando cuenta que para mantener sana una organización necesitan cambiar su forma de pensar. Y están yendo más allá de los temas técnicos que pueden ser delegados a otras personas, gestionando temas que están siendo más trascendentales.
Es un hecho que el factor más grande para que una organización quiera estar saludable, es el compromiso genuino y involucramiento activo de la persona a cargo. Para una compañía es el CEO (El Director General), para una pequeña empresa es el propietario, para un departamento dentro de una compañía es el líder de ese departamento.
Por muy tentador que sea, los líderes no deben delegar la responsabilidad de la comunicación y el refuerzo de claridad a los miembros de su equipo. Los líderes tienen que jugar el incansable papel de asegurar que los empleados en toda la organización recuerden continuamente y se graben lo que es importante. Y deben estar en guardia contra los procesos contradictorios e inconsistentes que pueden confundir empleado.
Si todo esto parece desalentador de implementar por todo lo que involucra, es porque lo es. Gente que lidera organizaciones saludables se suscribirse a una tarea enorme. Es por eso que necesitan renunciar a sus responsabilidades más técnicas, o incluso sus roles favoritos, que otros pueden manejar. Porque cuando una organización es saludable (cuando el líder está haciendo su trabajo más importante), las personas encuentran una forma de hacer las cosas.
Al final de este duro proceso se verá el resultado de satisfacción por dejar una empresa saludable y la capacidad de crear un impacto positivo en las personas.