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Descrubre tus Fortalezas y Debilidades

Las fortalezas y debilidades personales son las cualidades que definen el comportamiento humano.

¡TODOS! Absolutamente TODOS nosotros tenemos fortalezas y  debilidades… y tú también formas parte de ese “todos”.

Muchas personas aseguran no tener ninguna fortaleza o te pueden decir una larga lista de lo que ellos consideran sus debilidades. Esto suele ocurrir cuando no eres capaz de reconocerlas.

Descubre qué son realmente las fortalezas y debilidades personales, qué características se integran en cada grupo y cómo puedes analizar tus carencias y habilidades para poder trabajar en ellas.

Las Fortalezas

Unos los llaman fortalezas personales, otros valores o virtudes. En cualquier caso son aspectos positivos que deberíamos trabajar día a día para incorporarlos a nuestra personalidad. No es tarea fácil.

Para poder mejorar en cualquier ámbito de nuestra vida, debemos comenzar por saber qué son las fortalezas. Solo así, sabremos qué es lo que debemos cambiar o, por lo menos, trabajar en ellas para que de este modo, podamos comenzar a trabajar en ellas.

Qué son la fortalezas

La fortaleza o fortalezas personales se pueden definir como unas capacidades que adquirimos a través de nuestra voluntad. Por lo que todas estas fortalezas serán las que representen rasgos de nuestra personalidad. Es decir, que son las cualidades o características que te definen y que te hacen ser o actuar de una manera precisa. A grandes rasgos también se puede decir que las fortalezas son siempre positivas. Por lo que al ser tan buenas, siempre debemos trabajarlas un poco más, para conseguir reforzarlas.

¿Te imaginas querer implementar en tu personalidad el valor de la “persistencia” si eres una persona que no acabas ningún proyecto de los que empiezas?

Frente a la cantidad de trastornos mentales que existen, el ser humano también está dotado de una serie de fortalezas personales que le llevan a realizar cosas increíbles.

Christopher Peterson y Martin Seligman definen las virtudes o fortalezas como “aquellas capacidades que pueden adquirirse a través de la voluntad, las cuales representan rasgos positivos de la personalidad”. Es esa característica que te hace sobresalir del resto para bien.

En este sentido, estos autores han elaborado un Manual de virtudes y fortalezas del carácter, en el que relacionan científicamente los rasgos psicológicos positivos de las personas, yo me divididos en seis grandes grupos, yo me base en esta categorización y añadí algunos que considero importantes:

  • Sabiduría y conocimiento:

    • Creatividad. Originalidad, ingenio, pensar en nuevas formas productivas. Salirse de la normalidad. Es sinónimo de una imaginación constructiva. Sus soluciones, siempre serán originales y las nuevas ideas surgirán para plasmar un pensamiento creativo

    • Curiosidad. Interés, búsqueda de la novedad, apertura a la experiencia, explorar y descubrir. Se trata de un comportamiento inquisitivo y natural. Lleva a la investigación y al aprendizaje.

    • Apertura mental. Es no cerrarse a nuevas ideas, a escuchar a los demás, a leer y aplicar nuevas técnicas o formas de hacer las cosas.

    • Amor por aprender. Dominio de nuevas habilidades, temas y cuerpos de conocimiento, ya sea por cuenta propia o formal. Una manera de poder modificar o de adquirir ciertas destrezas, así como conductas o los valores que se consiguen a través de un estudio o bien del razonamiento y la experiencia.

    • Perspectiva y sabiduría. Ser capaz de proporcionar consejo a los demás, tener formas de ver el mundo que tienen sentido para uno mismo y para otras personas. Es el punto de vista particular que tiene una persona. Pero puede llegar a ser variable, gracias a la búsqueda de información y a las ganas de aprender y observar.

    • Comunicación. Esto incluye habilidades de comunicación escrita y verbal. Ejemplos de buena comunicación verbal incluyen presentaciones, gestión de conflictos y la escucha activa. Intercambiar la información nos ayuda a mejorar y a aprender. El propósito de la misma es el entendimiento.

    • Resolución de Problemas. Ser capaz de analizar los problemas para encontrar la causa y las posibles soluciones, capacidad para identificar y definir los problemas e idear e implementar las mejores soluciones.

    • Habilidades de planificación y de organización. Cumplimiento de los plazos establecidos, la gestión del tiempo, mantenerse al día con los calendarios o programaciones, establecer y alcanzar objetivos y metas.

  • Coraje:

    • Valentía. El valor también es otra de las fortalezas de una persona. A pesar de todos los impedimentos, esta cualidad nos da la fuerza de voluntad necesaria. El coraje hace que nos sobrepongamos de todos los tropiezos. Una forma de superar los miedos, mirando hacia delante y visualizando el objetivo.

    • Persistencia y Laboriosidad. Terminar lo que uno empieza, persistir a pesar de los obstáculos. Cuando hablamos de las fortalezas de una persona, no podíamos olvidarnos de la persistencia. Una cualidad que implica fuerza de voluntad, donde reside la clave del éxito en personas con ideas claras y fijas.

    • Integridad, autenticidad y honestidad. La presentación de uno mismo de una manera genuina, asumiendo la responsabilidad de los propios sentimientos y acciones. Esta cualidad, es la que nos permite la toma de decisiones. Relacionada siempre con los comportamientos así como las creencias de cada persona. Lo que derivará a una manera concreta de actuar.

    • Vitalidad, ánimo, energía, vigor. Acercarse a la vida con entusiasmo y energía. En todo lo que hagamos, tiene que estar presente la energía. Ésta nos impulsa a realizar todo visto desde un punto de vista más optimista. Con lo que siempre, conseguiremos mejores resultados. Las ganas y la eficacia siempre van de la mano.

    • Auto-disciplina. Incluye evitar distracciones, establecimiento de metas, no dilatar y controlar el comportamiento personal. Tú mismo puedes coordinar las actitudes. No necesitas a nadie más de guía para ello, lo que implica un entrenamiento hacia nosotros mismos. El resultado será hacer lo que uno sabe que es mejor.

    • Buen juicio y Toma de Decisiones. Incluye seguimiento a la toma de decisiones, dar con alternativas viables y la recopilación de la información necesaria para tomar una decisión correcta después de considerar los pros y los contras de cada uno.

    • Iniciativa. Tomar las medidas necesarias para hacer que tu trabajo sea mejor. Por ejemplo, identificar necesidades y encontrar soluciones, aportando ideas de mejora, etc. Un paso hacia delante para poder buscar soluciones a ciertos problemas. Las personas que cuentan con esta cualidad, nunca esperan a ser ayudados, sino que serán ellos los que den los primeros pasos para salir de donde están.

    • Diligencia. Incluye el trabajo duro, manteniendo un trabajo de buena calidad, haciendo más de lo que se requiere, terminar proyectos antes de tiempo y trabajar sin supervisión. Todo lo contrario a la pereza. Son las ganas por llevar a cabo un proyecto o un sueño. La agilidad y la rapidez, así como las ganas por completar lo iniciado son parte de esta fortaleza.

  • Humanidad:

    • Amor. Esta fortaleza no requiere más explicaciones, es imprimir amor y bondad a todo lo que realizas. 

    • Amabilidad. Hacer favores y buenas acciones a los demás. Otra de las fortalezas personales es la bondad. Porque las buenas personas se inclinan siempre por los actos buenos y desinteresados. Lo que se puede resumir como hacer el bien.

    • Inteligencia social, inteligencia emocional. Ser consciente de los motivos y sentimientos de otras personas. A grandes rasgos podemos decir que se trata de una cualidad que necesitamos. Ya que implica el poder entender a los demás. Es mucho más importante de lo que pensamos, ya que influirá en la elección de nuestros amigos, así como de nuestra pareja.

  • Justicia:

    • Participación ciudadana o responsabilidad social, lealtad y trabajo en equipo. Trabajar por el bien común de un grupo. La combinación de los derechos y deberes que deben cumplirse por cada ciudadano, para establecer una mejor convivencia de cara a la sociedad.

    • Justicia y Equidad. Tratar a todas las personas con los mismos criterios de equidad y justicia, no permitir que influyan prejuicios. Es el respeto de tratar a todos por igual. Teniendo en cuenta sus cualidades, así como diferencias. Se le denomina como una ‘justicia natural’, que nada tiene que ver con esas leyes que tenemos por escrito.

    • Liderazgo. Ser un buen líder es una gran fortaleza cuando se trata de dirigir un equipo o incluso darle rumbo a tu vida.

  • Templanza:

    • Perdón, misericordia y piedad. Perdonar a aquellos que han hecho mal, aceptar los defectos de los demás, dar a la gente una segunda oportunidad, no ser vengativo. Se manifiesta a través de la amabilidad para poder ayudar a quien lo necesita. ¿De qué manera?, perdonando. Ya que este perdón y una reconciliación son la mejor práctica de esta cualidad. Llega a ser una capacidad para poder restar alguna importancia a los logros que se van consiguiendo, sin dejarse llevar por ellos. Ya que también verán en sí mismos los errores.

    • Humildad, modestia y honestidad. Dejar que los logros de uno hablen por sí solos, no considerarse a sí mismo mejor que los demás.

    • Prudencia. Ser cuidadoso con las opciones de uno, no tomar riesgos innecesarios, no decir o hacer cosas que más tarde podrías lamentar. Actuaremos de manera justa y siempre con moderación. Porque si no, podemos caer en esa espiral de errores y arrepentimientos. Una vez más, la pondremos en práctica respetando los valores y los sentimientos de las demás personas.

    • Autocontrol. Regulación de lo que uno siente y hace, ser disciplinado, que controla las emociones. Tolerable pero también flexible, que puede aceptar ciertos comportamientos o actitudes más espontáneas.

  • Trascendencia:

    • Excelencia. Imprimir en todo lo que hacemos ese grado de calidad para que lo que hagamos siempre este con un sello de algo bien hecho. Incluso sin que alguien nos lo pida o lo supervise. 

    • Gratitud. Ser conscientes y agradecidos por las cosas buenas que ocurren, tomar el tiempo para expresar agradecimiento.

    • Esperanza, optimismo. Esperar lo mejor en el futuro y trabajar para lograrlo. La actitud optimista se establece en esta cualidad. Se basa en una expectativa que tendrá resultados siempre favorables. Eso sí, para conseguirlo siempre habrá que poner de nuestra parte con gran esfuerzo.

    • Humor y jovialidad. Reír y bromear; llevar sonrisas a los demás, ver el lado luminoso. Una forma de resaltar siempre el lado más cómico de las cosas, de la vida y situaciones.

    • Espiritualidad, fe y sentido de propósito. Tener creencias coherentes sobre algún propósito superior, el significado de la vida y el significado del universo. A través de tus creencias, puedes sentir cómo el bienestar y la liberación se apoderan de ti a través de esta cualidad.

 

Qué son las debilidades personales

En el lado opuesto, las debilidades personales pueden definirse como “los hábitos, pensamientos y conductas negativas que impiden realizar labores con eficiencia, alcanzar metas y lograr aquello que se desea”

Cuando hablamos sobre fortalezas estamos hablando sobre aquello que nos hace brillar y nos proporciona herramientas para mejorar día a día. Podemos decir que las fortalezas personales son la otra cara de las debilidades. No todas las personas destacan en lo mismo y quizá tú destaques en algo que otra persona no y a la inversa. Por ejemplo, puedes destacar en trabajo en equipo, relacionarte con los demás, en algún deporte, en la cocina, etc.

Pero por otra parte, cuando hablamos sobre las debilidades hacemos referencias a aquellos aspectos en los que fallamos o no destacamos. Por ejemplo, una debilidad puede ser la puntualidad (siendo impuntual de normal), la memoria (siendo olvidadizo), la responsabilidad (mostrando actitudes irresponsables), entre otras muchas debilidades que cada uno debe saber cuáles son las que tiene para poder hacer un trabajo de identificación y mejorar estas debilidades, sobre todo si en la vida diaria significan un problema.

 

El listado de debilidades de una persona puede ser muy variado y pueden cambiar mucho de una persona a otra porque igual que una persona puede ser muy puntual pero olvidadiza o temerosa, otra puede ser una persona que se obsesiona con todo y es controladora pero después es muy responsable en sus quehaceres diarios. Cada uno es un mundo y es trabajo de uno mismo conocerse.

 

Lista de las debilidades del ser humano más comunes

Las personas somos seres imperfectos y, como tales, podemos tener aspectos positivos y otros que son negativos. Negar unos por encima de los otros lo único que hará es proyectar una imagen de nosotros mismos que no es la real y, por tanto, es importante que hagamos este ejercicio de sinceridad y que nos veamos de forma completa. Solo así seremos capaces de aceptarnos y perdonar nuestros fallos.

Aquí te paso una lista con las debilidades del ser humano que suelen ser más habituales:

 

  • Deshonestidad. Dado que la confianza es un bien social común a los diversos ámbitos del quehacer humano, las personas propensas a la mentira o la tergiversación suelen ser consideradas negativamente en condiciones ordinarias, ya que ponen en jaque la confianza que puede ser depositada en ellos.

  • Cobardía. Es una de las debilidades más habituales de las personas. No atrevernos a dar ese paso, a hacer ese cambio, a decir lo que pensamos... La cobardía tiene su origen en la inseguridad y falta de autoestima. Supone la imposibilidad de enfrentar situaciones de riesgo o estrés, prefiriendo la huida o la renuncia temprana.

  • Egoísmo. Es otro de los puntos débiles más comunes y se basa en priorizar nuestro propio bienestar e interés por encima del de los demás.

  • Antipatía. Fundamental en un líder, el carisma supone la capacidad de contagiar el entusiasmo a quienes nos rodean y de sumarlos a la propia causa. La antipatía, en cambio, produce lo opuesto. Una persona carismática goza del momento inicial a su favor, ya que cae bien de entrada. Muchas veces pecamos de ser antipáticos cultivando una actitud estúpida y un poco irrespetuosa. Esto puede tener relación con los cambios de humor o con tener una mala relación con alguien en concreto.

  • Falta de concentración, Dispersión. Nuestro cerebro está totalmente preparado para concentrarse, para reflexionar y para razonar acerca de todo aquello que queramos. Sin embargo, muchas veces nos falta capacidad para concentrarnos por aspectos mundanos o por una falta de interés.

  • Desconfianza. Se cometen auténticos despropósitos por no confiar en los demás, de hecho, se puede llegar a herir a una persona por temor a que ella nos hiera antes. La desconfianza es una aptitud muy negativa del ser humano que nos conlleva a consecuencias realmente malas.

  • Impaciencia, Premura. Tal y como reza el dicho "La paciencia es la madre de la ciencia" pero, actualmente, vivimos en una sociedad invadida por las prisas y el estrés y, esto, hace que muchas veces seamos impacientes En muchos ámbitos humanos se hará necesaria la espera, la minuciosidad o el empecinamiento y aquellos que renuncien con facilidad serán tenidos como menos.

  • Irresponsabilidad. Una persona responsable es, en líneas generales, la que se hace caro de la consecuencia de sus acciones y no permite que otros carguen con ellas en su lugar. Una persona irresponsable, en cambio, es capaz de dejar que un inocente sufra castigo con tal de preservar su bienestar.

  • Impuntualidad. La capacidad para valorar el tiempo ajeno es una fortaleza muy valorada en ciertos ámbitos interpersonales o de trabajo. Una persona impuntual puede carecer de herramientas para administrar el propio tiempo, puede ser perezosa o desordenada, mientras que una puntual promete, de entrada, todo lo contrario.

  • Desorden. Sobre todo en los diversos sistemas de trabajo o de construcción colectiva, la capacidad de organización personal e incluso de organización colectiva es una fortaleza preciada, ya que perfila capacidades administrativas sumamente necesarias en un sistema cerrado. El desorden, en cambio, suele ser más creativo pero, a la vez, más incontrolable y bastante menos predecible.

  • El pensamiento llano. La creatividad es un don espontáneo y natural del ser humano, que le permite abordar las diversas, situaciones de necesidad o reto  de formas originales e insospechadas. Una buena dosis de creatividad puede ser el empuje definitivo hacia adelante, mientras que una persona de pensamiento llano (chato) deberá seguir las formas y caminos trazados anteriormente por otros.

  • Apatía. Es lo contrario a la proactividad a esa capacidad de emprendimiento de una persona, su gestión autónoma de la energía y las ganas de hacer las cosas: algo indispensable para asumir nuevos retos y crecer. La apatía, por el contrario, tiende al adormecimiento  y al conservadurismo.

  • Duda. Normalmente se premia la confianza y la determinación, como actitudes de liderazgo y vanguardia, en detrimento de la duda, ya que ésta puede ser paralizante. No obstante, en algunos ámbitos, como el intelectual, la duda puede ser una gran fortaleza en el camino hacia la excelencia.

  • Soberbia. Es un reflejo de las fragilidades e inseguridades interiores, es un mecanismo de defensa que ataca primero al otro cuya opinión se teme. La humildad, en cambio, apunta a una forma de la confianza interior.

  • Abuso. Contrario al respeto, el abuso no promueve un trato cordial con los semejantes, ni establece lazos de confianza, ni simpatías

  • Indiferencia. Es una forma de crueldad o de egoísmo, ya que valora el propio bienestar muy por encima del ajeno.

  • Nerviosismo. Estado de inquietud o falta de tranquilidad.

  • Complejo de inferioridad. Sentimiento de tener menor valor que los demás.

  • Tozudez. Persona que mantiene y defiende sus ideas con obsesión y obstinación.

  • Arrogancia. Excesivo orgullo hacia uno mismo que la lleva a creer que merece más privilegios.

  • Pesimismo. Tendencia a juzgar las cosas desde un aspecto más negativo.

 

La relatividad de las fortalezas y debilidades personales

 

Ahora bien, aunque en términos generales podemos hablar de grupos diferenciados de fortalezas y debilidades personales, lo cierto es que estas actitudes positivas o negativas no son inamovibles y van a depender de varios factores:

  • El entorno. Las fortalezas y debilidades personales varían en función del con quien se comparen. Así, puede que salgamos de una empresa donde éramos los más creativos para acceder a otra donde nuestra capacidad de innovación no supere la media.

  • Las circunstancias. En función de cada momento, las fortalezas y debilidades personales pueden suplantarse o provocar unos efectos mínimos. Por ejemplo, el humor es considerado una habilidad, pero según en qué momentos lo empleemos puede convertirse en un hándicap.

 

Algunas herramientas para conocer tus fortalezas y debilidades.

En cualquier caso, es necesario ser conscientes de cuáles son nuestras fortalezas y debilidades personales pues es el único camino que tenemos para reforzar las primeras y minimizar las segundas.

Para ello contamos con diferentes herramientas que nos permiten hacer inventario de nuestros atributos positivos y negativos:

  • Lectura, Aceptación y Retroalimentación. Este artículo te da una lista de fortalezas y debilidades, analízalas y ve marcando aquellas que tienes.

    • Fortalezas

      • Para muchas personas, resulta incómodo hablar positivamente de uno mismo. Debes olvidarte de la modestia para al menos decírtelo a ti mismo, objetivamente, y enlistar todas tus fortalezas. Si tú no te encargas de resaltar esas cualidades, nadie lo hará por ti.

      • Si de verdad no encuentras muchas fortalezas cuando te sientes a formular la lista, pregunta a antiguos compañeros de trabajo sobre tus cualidades. A cualquier compañero le resultará fácil darte una lista de tus fortalezas. Para cualquiera de los elementos en la lista, debes ser capaz de presentar evidencia concreta sobre cada fortaleza. No basta decir que eres creativo si no puedes presentar evidencia de algo que hayas creado.​

    • Debilidades

      • Para descubrir tus debilidades, puedes realizar el mismo ejercicio de preguntar a familiares, amigos o antiguos compañeros de trabajo. En este caso, te encontrarás con que la gente se muestre reticente en indicar tus debilidades ya que no quieren ofenderte. Debes dejarles claro que necesitan ser honestos contigo; si no te ofrecen ninguna debilidad, te estarán dañando más que ayudando.

      • Huye de los clichés universales para responder a esta pregunta. No te digas a ti mismo lo típico de que eres perfeccionista o de que eres demasiado organizado. Lo importante aquí es la sinceridad y saber reconocer tus debilidades. Eso sí, para cada debilidad, piensa en los pasos que tomas o que vas a tomar para corregir dichas características negativas.

  • Análisis DAFO personal. Aunque fue creado para evaluar el potencial y límites de una organización, este sistema también puede ser aplicado para descubrir las fortalezas y debilidades de las personas y establecer un plan de acción para mejorar como individuos. Se trata de determinar cuatro aspectos, divididos en dos grupos:

    • Variables externas:

      • Fortalezas: aquellos rasgos que nos hacen destacar, nuestros puntos fuertes.

      • Debilidades: las características que nos impiden lograr nuestras metas.

    • Variables internas:

      • Oportunidades: los desafíos que podemos conseguir gracias a nuestras fortalezas.

      • Amenazas: los riesgos que podemos sufrir dadas nuestras debilidades.

  • La ventaja de Johari. Desarrollado por Joseph Luft y Harry Ingham, este sistema nos permite conocer tanto las debilidades y fortalezas personales de las que somos conscientes, como aquellas otras que nos pasan inadvertidas, gracias a la retroalimentación de otras personas. En este sentido, la ventana de Johari está compuesta por cuatro cuadrantes:

    • Área pública: donde recopilaremos las fortalezas y debilidades que conocemos nosotros y que son compartidas por el resto de participantes en la herramienta.

    • Área ciega: recoge los rasgos que los demás nos atribuyen pero que nosotros no habíamos percibido.

    • Área privada: al contrario que en el área ciega, en este punto relacionaremos las características positivas y negativas que conocemos sobre nosotros mismos pero que tratamos de esconder a los demás.

    • Área desconocida: engloba aquellos miedos y fobias que ni nosotros ni los demás conocemos sobre nuestra persona y que podremos descubrir a partir del análisis de los anteriores cuadrantes.

  • Test de fortalezas y debilidades personales. Otra forma para desvelar nuestros puntos fuertes y débiles es acudir a los test preelaborados por instituciones y organismos especializados en la materia, como el cuestionario VIA de la Universidad de Pensilvania, elaborado por Seligman y Peterson a partir de su inventario de fortalezas.

  • CoachingAcudir a un coach profesional también nos ayudará a realizar un autoanálisis honesto sobre nuestras fortalezas y debilidades con el que descubrir quiénes somos y hacia dónde queremos ir.

 

Bibliografía

 

https://www.ejemplos.co/15-ejemplos-de-fortalezas-y-debilidades-de-una-persona/

https://siemprendes.com/fortalezas-y-debilidades/

https://blog.grupo-pya.com/fortalezas-debilidades-personales-descubre-cuales-las-tuyas/

https://www.recursosdeautoayuda.com/ejemplos-de-fortalezas-personales/

https://www.aboutespanol.com/preguntas-sobre-fortalezas-y-debilidades-3257011

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