Soy un nuevo líder. ¿Ahora qué debo hacer?
¿Te acaban de ascender y te volviste el líder de un equipo? ¿Llegaste a un trabajo y tienes gente a cargo? ¿Hubo cambios en donde trabajas y pasaste de seguidor a líder? ¿Por tus resultados subiste de puesto y ahora llevas a un equipo de personas a tu cargo? ¿Tu auto emprendimiento creció y ahora contratas gente a la que le tienes que decir qué hacer y cómo hacerlo? ¿Aspiras a convertirte en líder? ¿Quieres entender por qué las cosas con tu nuevo jefe no van bien?
Si respondiste que si a alguna de estas preguntas y las cosas no te están yendo bien o si tienes dudas de qué es lo que vas a hacer con tu nuevo equipo de trabajo, este artículo puede darte una guía e ideas de cómo debes actuar en el futuro.
Algunas veces la gente es ascendida o contratada por sus resultados individuales. La gente de recursos humanos o los jefes de nivel superior no toman en cuenta si la persona a la que le dan la oportunidad de llevar un grupo, tiene la habilidad de enseñar, liderar, coordinar, delegar, o volver a un grupo de gente un equipo productivo y exitoso. Esto crea grandes conflictos y frustraciones al nuevo líder, al equipo y por supuesto a los superiores.
A veces sucede en las empresas, que los tomadores de decisiones pueden convertir un gran técnico en un muy mal líder, al cual, podrían despedir por los malos resultados de la gente que está a su cargo y así seguramente la empresa pierde.
El liderazgo es algo que normalmente en las organizaciones no se desarrolla, ni se fortalece. Y sin embargo, las organizaciones siempre exigen resultados.
¿Qué pasa si no soluciono esto?
Si tú eres esta persona que está al frente de un equipo y no estás trabajando en tu liderazgo, probablemente provoques mucha frustración entre tus compañeros y pierdas el respeto o influencia que tienes en ellos, te seguirán pero será únicamente por obligación los cual limita los resultados. Puede haber gente que comience a poner quejas sobre tu capacidad real de hacer funcionar las cosas.
Si eres la cabeza de la organización y has confiado en alguien por sus resultados individuales pero estas observando que al frente del equipo no está funcionando, debes estar consciente que no es lo mismo hacer las cosas por ti mismo que estar como líder. Las tareas son distintas, ahora los nuevos líderes necesitan enseñar, ser pacientes, motivadores, ganarse el respeto, coordinar los esfuerzos y tal vez lo último que haga sea volver a sus actividades anteriores, cosa que antes era la fuente de su energía. Entonces si acabas a ascender a alguien como líder, requieres apoyar a esta persona antes de que el departamento vaya mal y afecte tu propósito.
¿Cuáles son los errores comunes en los nuevos líderes?
Cuando tomas el nuevo puesto, tus colaboradores y compañeros pueden adoptar una actitud escéptica sobre tu auténtica capacidad. Muchas veces verás que algunos se vuelven en tu contra y que se correrán rumores. Así los errores comunes son:
-
Descuidar a tus subordinados. Como nuevo jefe en el puesto no estás seguro de hasta dónde puedes llegar e intentarás demostrar tus capacidades profesionales y directivas a toda costa. Con esta actitud tu equipo pensará que sólo piensas en tu carrera profesional y que no te importan tus colaboradores como personas.
-
Inclinarse del lado de los superiores. Se puede producir también una fuerte inclinación por los superiores, ya que son ellos quienes verdaderamente te muestran todo su apoyo, distanciándote así cada vez más de tu equipo,
-
Ocultar tus inseguridades. En tu afán por no dejar que los demás noten tus inseguridades, como jefe puedes cometer el error de establecer relaciones demasiado rígidas y autoritarias con tus subordinados, bloqueando con esta actitud la correcta colaboración con el equipo.
-
Deficiencias profesionales. En los primeros meses sentirás que te falta la experiencia y los conocimientos necesarios para tomar decisiones importantes. Quienes no tengan una buena relación con sus colaboradores pueden tomar decisiones precipitadas o inadecuadas por falta de información.
¿Cómo hacerlo bien?
Estas son algunas recomendaciones para tomar el control de tu equipo y volverte un excelente líder:
-
Muéstrate flexible. No llegues a tu nuevo puesto con ideas prefabricadas. Demuéstrales que su opinión es importante antes de tomar las decisiones y que estás abierto a las críticas.
-
Comunica con claridad. Explica de forma clara cuáles son tus objetivos, las cosas que se deben cambiar, dónde encaja cada uno...
-
Demuéstrales confianza. Defiéndeles si surgen conflictos con otros departamentos, y no los culpes de los posibles errores.
-
Da ejemplo. Sé el primero en cumplir tus propias normas y demuéstrales que tú también te comprometes con ellos.
-
Sé justo. No dudes en reconocer la importancia de su trabajo y su esfuerzo cuando la situación lo exija y no atribuyas todos los méritos por los logros obtenidos.
-
Estudia a tu equipo. Antes de encontrarte con tu nuevo equipo intenta averiguar quiénes son sus elementos, sus objetivos y sus progresos. Estas aportaciones iniciales te serán muy útiles para crear una corriente de simpatía desde los primeros días, aunque debes confiar en tu propio juicio una vez que te hayas hecho cargo del equipo.
-
Contacta con tacto: La expectación que se produce dentro de un equipo ya formado ante la llegada de un nuevo líder se debe fundamentalmente a la incertidumbre de lo que va a suceder en el futuro y el miedo a perder prestigio o libertades en el trabajo. No es de extrañar, por tanto, que en los primeros días algunos se resistan a los cambios; pero, si existe una buena comunicación, lo habitual es que la mayoría se muestren dispuestos a colaborar. El nuevo líder debe mostrarse, sobre todo, dispuesto a escuchar a su gente para ganarse su respecto. Aunque lo habitual es que al hacerte cargo del equipo tengas tus propias ideas sobre cómo organizarlo, debes pensar que en los primeros meses vas a tener que aprender más que enseñar. Sería un error que pretenda saber más que otras personas que llevan años en la empresa. Además, tus subordinados verán esta actitud como una muestra de reconocimiento hacia su trabajo, más que como un síntoma de debilidad.
-
Aplica tu experiencia con sabiduría. Antes que el conocimiento de la propia empresa, se valora cada vez más la experiencia en resolver situaciones similares y manejar distintos equipos. Así, una persona que haya pasado por varios empleos en los que ha tenido que desempeñar labores de dirección será más eficaz a la hora de transmitir la seguridad necesaria para alcanzar los objetivos previstos que otra que no tenga ninguna experiencia en dirección. No obstante, los jefes con experiencia deben poner especial cuidado para no caer en el error de aplicar la receta que les ha funcionado bien con otros equipos y recordar que cada situación es diferente.
-
Consigue el apoyo de los superiores. Otro factor fundamental para no fracasar en la nueva tarea, es el apoyo de los superiores. Si éstos no respaldan las decisiones del nuevo líder y no asumen los cambios necesarios para lograr los objetivos, es seguro que el nuevo jefe fracasará en su misión. Como nuevo líder debe ser capaz de convencer a tus superiores de que eres la persona más indicada para resolver sus problemas.
-
No tomes enseguida decisiones importantes. El ritmo de los cambios dependerá de la gravedad de los problemas que debas afrontar. Como norma general, los expertos recomiendan recopilar toda la información posible para conocer bien la realidad de la empresa y a los colaboradores antes de realizar cambios importantes. Una vez que hayas sido aceptado, comprenderán tu estilo de dirección y se mostrarán más dispuestos a apoyar tus cambios.
-
Hazte amigo de los líderes informales. En todos los equipos hay personas que van a influir de forma decisiva sobre la autoridad del propio jefe, ya que éstas controlan e influyen en los demás trabajadores. En algunos casos, pueden llegar a tener incluso más poder que tu como jefe (especialmente si te acabas de incorporar). Intenta identificar a los más resistentes para atraerlos a tus objetivos y convertirlos en aliados.
-
Respeta la etapa anterior. Tómate un tiempo para averiguar lo que ha hecho antes tu equipo y deja claro que en el pasado también se han realizado cosas importantes. Aunque finalmente lo cambies todo, si alabas los éxitos anteriores aumentará tu credibilidad a la hora de fijar tus nuevos objetivos.
-
Entrevista a tus colaboradores. Las entrevistas personales son un buen método para conseguir el respeto de tus colaboradores y recibir información relevante acerca de las tareas individuales de cada uno, si están a favor de algún cambio y por qué. Pide que te indiquen también las cosas que funcionan bien, para que no tengan la impresión de que quieres romper con estructuras que son eficaces. intenta conquistarlos emocionalmente, en el fondo: muchos de tus subordinados te darán un voto de confianza y querrán que todo marche bien.
-
Resuelve los problemas sencillos. Demuéstrales que hablas en serio cuando afirmas que quieres introducir mejoras y que tomas en cuenta sus opiniones, resolviendo los problemas más frecuentes que afectan a tu equipo.
-
Organiza una primera reunión de grupo. Una vez recopilada la información necesaria, organiza una reunión con todo el grupo de trabajo. Habla de los buenos resultados de etapas anteriores, de los problemas que han ido surgiendo y que debe afrontar el grupo en la actualidad, habla de los cambios que quieres introducir. Explica con precisión estos cambios y los motivos por los que se hacen (un cambio de estrategia, una situación de crisis, etc.)
¿Qué pasa si llego a un nuevo equipo con una situación de Crisis?
Un equipo en crisis es una papa caliente que hay que coger con mucho cuidado. Sin duda, es la misión más delicada con la que se puede encontrar un nuevo cargo, pero, “es también una auténtica oportunidad para consolidar el liderazgo”. Para no quemarse los dedos, se puede afrontar el reto con calma y seguir estos pasos:
-
Lo primero será recoger toda la información posible para no precipitarse en la toma de decisiones.
-
Después debes intentar descubrir el origen de la crisis e identificar los roles que desempeña en esta situación cada miembro del equipo.
-
El siguiente paso será buscar las posibles soluciones y valorar las consecuencias positivas y negativas. Para no generar conflictos con tus colegas, también debes intentar prever la resistencia de los grupos o departamentos a los que pueda afectar directamente el cambio; incluso cuando se trate de medidas que van a ser beneficiosas a largo plazo, te vas a encontrar con cierta oposición.
-
Una vez que hayas tomado una decisión y planificado su puesta en marcha, debes mostrarse en todo momento firme y seguro. En este sentido, no debes olvidar que nunca llueve a gusto de todos y que, probablemente, nuestras decisiones y actuaciones pueden resultar inadecuadas para algunos miembros del equipo.
-
En cuanto a las decisiones altamente impopulares, recuerda sólo tomarlas cuando la urgencia de la situación impida optar por otras alternativas. Además, antes, durante y después de éstas, como líder, debes procurar introducir en el entorno una efectiva “gestión del cambio” que ayude a los miembros de la empresa a comprender mejor la situación.
¿Cómo evitar la sombra del predecesor?
La reputación del mando o directivo al que sustituye el nuevo jefe será un factor muy importante a la hora de determinar el éxito o el fracaso de la misión de éste.
-
Bajo el gran antecesor. Si el anterior jefe es muy valorado, la comparación constante será inevitable. Como nuevo líder tendrás que estar dispuesto a aceptar los comentarios que tus colaboradores y colegas hagan continuamente sobre los éxitos del pasado, y debes reconocerlos tú mismo, pero sin caer en el error de comparar tus propias cualidades con las de tu predecesor. Otro problema que debes evitar es el miedo a modificar las cosas, ya que tus colaboradores se mostrarán reticentes al cambio.
-
Tras el mal antecesor. En este caso, los subordinados te verán como el salvador de una situación caótica. Desde el primer momento aparecerán encima de la mesa multitud de problemas y esperarán que propongas soluciones rápidas y eficaces. Aunque en principio esta actitud pueda parecer más fácil, según los expertos, con el tiempo puede convertirse en un obstáculo para ti estando al mando. Los colaboradores pueden adoptar una actitud excesivamente sumisa y no participar en la búsqueda de soluciones constructivas. Para evitarlo, tendrás que buscar el apoyo de tus colaboradores desde el principio, invitándoles a expresar sus puntos de vista sobre la forma de solucionar los problemas existentes.
-
Sustituir a un jefe que ha ascendido. Otra situación complicada se produce cuando el antecesor sigue en la empresa porque ha ascendido y es el superior del nuevo líder. Los colaboradores de éste pueden verte como un segundo, por lo que tendrás que asegurarte de que la transmisión del cargo se realiza de forma eficaz (y, sobre todo, no permitir que el anterior intente mantener el control de tu, ahora, nuevo equipo). También conviene conseguir el apoyo de la dirección para que el grupo vea que ésta respalda sus decisiones.
-
Cuando el anterior ha sido despedido. Si los colaboradores consideran que el cambio de dirección ha sido injusto, su lealtad les llevará a ponerse en contra de ti como su nuevo líder. En este caso, los expertos coinciden en recomendar no critiques bajo ningún concepto al predecesor y que muestres respeto por los logros que obtuvo en el pasado. la lealtad del equipo será sólo cuestión de tiempo.
Conclusiones:
Como nuevo líder te afrontas a muchas situaciones nuevas, miedos, incertidumbres, retos y un largo etcétera. A veces te preguntarás si tienes madera para ser líder. Yo soy de la idea de que esta es una habilidad que se puede desarrollar (Puedes leer en esta página el artículo “Un líder nace o se hace” para que conozcas más de tema). Estoy seguro que si aplicas los principios mencionados en el artículo seguirás creciendo y siendo una persona que trascienda como guía de un grupo.
Como recomendación adicional te diría: a) nunca dejes de aprender, sigue aprendiendo y siendo experto de tu rama profesional, pero incluye la cultura general, otras profesiones, empápate de muchas áreas de conocimiento. b) sigue creciendo como líder a través de lecturas, aprende de otros jefes y líderes. c) auto-evalúate de manera objetiva, así sabrás qué áreas necesitas mejorar. d) date la oportunidad de aprender de tus errores. e) no pierdas piso y mantén una postura de humildad no importa que tan alto crezcas.
Referencias bibliográficas
http://anacortes.com.mx/soy-lider-y-ahora-que/
https://www.leadersummaries.com/ver-resumen/ya-eres-el-jefe-y-ahora-que
http://www.infoservi.com/index.php/management/26-soy-el-nuevo-jefe